LA COMUNICACIÓN

Uno de los grandes retos del ser humano, sin lugar a dudas, es la comunicación. Es un proceso que se da a muchos niveles y en la que, habitualmente, solo implicamos nuestra mente.

El corazón es el órgano a incorporar de manera inmediata en nuestras comunicaciónes, él nos va a permitir relacionarnos de una forma mucho más profunda con los demás y ayudarnos a expresar nuestros sentimientos de una manera limpia y transparente, por ello se hace necesario que demos pasos en este sentido ya que lograremos relaciones mucho más satisfactorias con los demás y con nosotros mismos.

Amor hermanos

En la comunicación siempre se da un mecanismo de entrega al otro, esto tiene también un correlato energético, es decir, el que recibe el mensaje capta algo más que palabras. Luego la información es procesada y se emite, o no, una respuesta que lleva su carga energética. Esa carga energética es la que a veces hace saltar la chispa o bien produce efectos positivos en el interlocutor.

Los grandes maestros que pasaron por la tierra, sabían esto, y seguro que en alguna ocasión habéis oído hablar del poder de la palabra.

Cuando os comuniquéis haced el siguiente ejercicio (no a todas horas, solo es para que toméis consciencia de lo que es la comunicación desde el interior del ser). Intentad atender a quien tengáis frente a vosotros. Mirándole a los ojos, tratad de sentir en vuestro interior vuestro yo, conectad con la energía del amor (pensad o imaginad que amáis a esa persona como si fuera un familiar cercano o alguien a quien améis), mirándole a los ojos, como decía, hablad sintiendo que penetráis en las células de esa persona.

Intentad imaginad que entráis en el interior de esa persona. Imaginaos como queráis esa entrada. Una forma puede ser la de que vuestro cuerpo astral, cargado de energía de alta vibración, se expande hasta fundirse con el astral de la otra persona.

El valor para afrontar las situaciones que no nos gustan o incomodan, surge cuando comprendemos que esto está también en el interior. Lo de fuera es la práctica que necesita el espíritu para alcanzar la sabiduría.

En vuestro nivel ocurre que manejáis pocos parámetros y os quedáis enfocados en dos o tres cosas que rodean el problema pero que no sirven realmente para otra cosa, que, para ocultar la solución, que muchas veces es simple y sencilla como una palabra acompañada de una sonrisa. Si a eso le añadimos el calorcito del interior entonces es más fácil obtener un resultado armonioso.

Nuestros comentarios fueron en ese sentido, lo difícil que resulta parar la mente dejar paso al corazón, y que la comunicación sea armónica y positiva.

La mente también juega su papel, en el sentido de que lanza las ideas, y éstas deben ser ordenadas y estructuradas para que sean bien transmitidas. Acordaos que en la comunicación se transmite también energía, que se teñirá según los pensamientos que originéis. Por eso es importante el estado interior de la persona.

No os creéis que podéis “influir” en los demás con la energía del amor, y así es más difícil porque en el fondo actuáis sobre todo con la mente, cargada o que da la carga con energías de menor vibración. Y eso, a nivel subconsciente es captado desde fuera en forma de sensaciones, ideas, o reacciones que reflejan rechazo o incomprensión, picores, tics, desvíos de miradas, … todo eso tan típico de vosotros. ¿Por qué os cuesta tanto trabajo miraros a los ojos y hablar?

Contestamos uno a uno a esta pregunta sin tener una respuesta unánime, pero nos pusimos de acuerdo en que, si los ojos son el espejo del alma, es cierto que nos cuesta mucho conectar con ésta para comunicarnos.

Uno de los vehículos, o canales, de expresión directa del espíritu son los ojos. El nervio óptico conecta con zonas en el tálamo que son vías de expresión con los planos superiores. Se conecta el estímulo directo desde el astral y la mente con la conciencia.

Cuando la comunicación está teñida por cuestiones personales es cuando hay posibilidad de interferencias. Ese trayecto se hace cuando por ambas partes hay un deseo verdadero de aprender, y humildad suficiente para reconocer que las dos partes tienen algo que aprender.

El verdadero objetivo que os debería traer los viernes a encontraros unos con otros es el de aprender a ver en el otro al que no conocéis. Es decir, a uno mismo.

Amigos, la comunicación es importante porque abre otros canales cuando se emplea la energía del corazón. Las discusiones son producto de la mente. Cuando se intenta llegar a la unión es porque se han utilizado parámetros mentales y espirituales, es ahí donde se marcan las diferencias en las personas, grupos, sociedades, planetas, etc… es donde vosotros tenéis que resaltar. Como grupo os diré que tenéis que hablar, mejor dicho, comunicaros mucho para ir superando vuestras barreras. Siento deciros que es el único camino. Espero que lo sintáis vosotros.

Amor hermanos

Como siempre nos despedimos de nuestro maestro dando las gracias por todo lo aprendido y con la idea de que había que hacer esfuerzos en ese sentido, en el de mejorar la comunicación, no solo con los demás, sino también con uno mismo...

Continuará...